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“El quebranto de la fe”

  • Foto del escritor: Pbro. Saúl Bak Poot
    Pbro. Saúl Bak Poot
  • 6 ago 2020
  • 3 Min. de lectura

Por Pbro. Saúl Bak Poot 06/08/20202

- No es usted un ejemplo de pastor bueno, compasivo, comprensivo y afectuoso —le chillé—. No quiero formar parte de ninguna religión que usted enseñe. Dicho eso me marché de la escuela jurando que no volvería jamás.1

(Elizabeth Kubler Ross)




En libro de la “Rueda de la vida”, la autora Elizabeth Kubler Roos, narra la historia de su niñez. Ella, nos cuenta que cierto día estaban en un curso de religión dirigido por un pastor protestante quien era bastante áspero y violento en su modo de enseñar, tanto a sus alumnos como a sus propios hijos, puesto que sus hijos de este pastor llegaban a la escuela con huellas de haber sido violentados físicamente.

Aquél día fue determinante para Elizabeth, ya que este pastor estaba tomando de forma oral uno de los salmos a los alumnos; a quienes les había dejado de tarea que lo memorizarán.

Cuando de repente una alumna tosió, y sin reparo alguno el pastor se levantó y castigo violentamente a la alumna que estaba recitando el salmo y a la niña que tosió, pues el ministro interpreto aquel ruido en la clase como que si la niña estaba soplando el salmo a su compañera.

El psicoanalista Erich Fromm en su libro el corazón del hombre, argumenta sobre el tema del quebranto de la fe. ¿Qué significa esto del quebranto de la fe? El niño empieza la vida con fe en la bondad, en el amor, en la justicia. El nene tiene fe en el seno materno, en la solicitud de la madre de abrigarlo cuando tiene frío, para aliviarlo cuando está enfermo. Esta fe puede ser en el padre, en la madre, en un abuelo o en alguna otra persona cercana al niño; puede expresarse como fe en Dios. En muchos individuos esta fe se quebranta en edad temprana.2 (Fromm, 1966, pp.25,26)

Es evidente que muchos los que leen este ensayo vivieron este quebrantamiento de fe o clase de violencia moral y emocional, ya que muchos venimos de la vieja escuela familiar, donde se oía decir a los padres tu “has lo que digo no hagas lo que ves que hago”, ya que los padres nos mandaban no violentar pero ellos si tenían licencia de violentar contra sus hijos o contra la esposa.

El quebranto de la fe se da a raíz de la disonancia entre lo que se dice y práctica, lo que el dicho popular tanto nos recuerda, “Lo que haces habla tan alto que no me permite oír lo que tú dices”3

Entonces el quebranto de la fe en la niñez se da cuando no hay congruencia entre lo que se predica y se vive, un ejemplo claro consiste en que los padres, maestros, líderes políticos hablan mucho de honestidad, en no hacer trampa en los exámenes, las tareas escolares, etc. Pero, mienten o engañan al niño; o el niño los descubre haciendo trampas. De ahí que ellos pierdan la fe, confianza o credulidad en nosotros sus padres.

El apóstol Pablo nos llama como pastores, líderes sociales, padres e hijos, a construirnos en la ética del reino, en esa ética de la sinceridad y honestidad, si en verdad queremos un cambio en nuestra familia y sociedad.

Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.3 (Efesios 4:25)

Padres de familia, esposos, líderes sociales, líderes religiosos. ¿Queremos tener un buen tejido social? ¿Queremos buenos ciudadanos? Entonces dejemos de violentar o quebrantar su fe de nuestros niños. No olvide, “Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”

Bibligrafía:

Kubler Roos Elizabeth.

Fromm Erich (Fondo de cultura económica) (1966) “El corazón del hombre”. México.2

Gutiérrez M. (Octubre 2016) Lo que haces habla tan alto que no me deja escuchar lo que dices (Mensaje de Blog) Recuperado: https://mariagutierrez.digital/lo-que-haces-habla-tan-alto-que-no-me-deja-escuchar-lo-que-dices/ 3

Biblia versión Casiodoro de Reina 160.4

Muñoz González Xóchitl. La palabra convence, el ejemplo arrastra. Recuperado: https://psicologiaparaninos.com/2015/06/la-palabra-convence-el-ejemplo-arrastra/ 5

 
 
 

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