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"Echado fuera"

  • Foto del escritor: Pbro. Saúl Bak Poot
    Pbro. Saúl Bak Poot
  • 17 abr 2019
  • 2 Min. de lectura

Mar 11:17 Luego se puso a enseñar a la gente y le dijo: «Dios dice en la Biblia: “Mi casa será llamada ‘Casa de oración para todos los pueblos’.” Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.»


¿Por qué Jesús los sacó del templo? ¿Cuál fue la razón para tan drástica acción de Jesús?


La palabra muy conocida en nuestro contexto mexicano es la corrupción. Corrupción en los poderes públicos, corrupción en los gremios sindicales, corrupción en las empresas, corrupción en las jerarquías religiosas, corrupción en los altos mandos de seguridad, corrupción en los poderes legislativo y judicial, etc.


Tal parece que ningún sistema social y humano esta libre de este lastre llamado corrupción.

La corrupción sin lugar a dudas, es suficiente elemento detonador para el rechazo y disciplina del hombre para con el hombre. La corrupción dice el gran filosofo Montesquieu en su libro el espiritu de las leyes, era factor decisivo para aplicar el ostracismo a los politicos en Grecia y Roma.


Esta perversa acción del hombre, parte de su corazón egoísta, que trabaja para su propio bien o interés. Esto genera beneficios personales y no colectivos.


En nuestro pasaje a reflexionar vemos la misma dinámica de corrupción.

Es evidente que el contexto de la acción de Jesús ante estos personajes, es la corrupción, ya que el ritual ordenado por Moisés de la expiación o sacrificio había perdido su propósito principal la cual era buscar la reconciliación del pecador con Dios, por medio de este recurso litúrgico que señalaba el sacrificio de Cristo. Es con base a esta enferma actitud que Jesús observa y arremete contra ellos, y les da un duro golpe al gran negocio que tenían montado dentro el templo.


Hoy esta actitud de corrupción se ve y huele en todos los estratos sociales, muchos llamados lideres religiosos se resguardan detrás de la corbata, cuello clerical o sotana, para cometer fechorías como lo hacían los hipócritas Fariseos o llamados "Sepulcros blanqueados".


Esto en vez de acercar al pecador a una comunión con Dios, lo aleja con frustración y enojo, y en vez de que estos corruptos sufran la consecuencia de sus actos, lo sufre el cuerpo de Cristo y Cristo mismo, ya que por esto, la iglesia es menospreciada y Cristo insultado.


Reflexión:

¿Si Cristo entrará en su templo hoy, que corrupción en ti encontraría que necesita ser reprendido y limpiado?

¿Esta tu vida cumpliendo el objetivo de glorificar a Dios?

¿Es tu vida instrumento para la comunión con Dios? ¿Acerca la iglesia al pecador a Dios con lo que hace diariamente?





 
 
 

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