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"Naturaleza de un liderazgo emergente"

  • Foto del escritor: Pbro. Saúl Bak Poot
    Pbro. Saúl Bak Poot
  • 30 sept 2022
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 30 sept 2022

“Observar pronto los pequeños cambios te ayuda a adaptarte a los grandes cambios por venir”.

(Spencer Jonson 2000).1






Al detenernos a reflexionar la realidad en general podemos inferir que todo esta en constante cambio. La educación, los sistemas políticos, las leyes, la economía, la cultura en general, los escenarios familiares, la tecnología, etc. Estos cambios nos desafían a repensar nuestro estilo de liderazgo y las estrategias para dar respuesta eficaz y eficiente a estos retos actuales de los escenarios cambiantes. Con base a estos fenómenos sociales necesitamos reflexionar sobre la naturaleza cualitativa del liderazgo emergente, puesto que se supone que un liderazgo emergente existe para dar respuesta solución a lo que emerge.

El termino emergente lo podemos ver ilustrado en el argot del rey de los deportes, el beisbol, en este deporte podemos oír que se nombra a un bateador emergente o corredor emergente. Por otro lado, también se dice que un bateador emergente esta para batear un jonrón o para ser ponchado. Basado entonces en esta ilustración del rey de los deportes podemos decir que un líder emergente existe para encarar la crisis, o para que la crisis lo apalee y haga perder a todo el equipo que dirige o representa.

Ahora bien ¿Qué necesita un líder emergente para que dé respuesta solución a las crisis que han emergido en su nueva realidad? ¿Cómo y qué necesitamos como para salir de este atolladero? En primer lugar, para desarrollar un estilo de liderazgo emergente es necesario una renovación de paradigma ( Tzu 2008) dice que “el arte de la guerra, al igual que el agua, no tiene una forma constante” 2 Esto entonces nos hace pensar que tanto la guerra, los negocios y todos los escenarios donde aportamos nuestras habilidades de liderazgo, son y serán cambiantes y nos obliga a actualizar nuestro modo de vernos e interpretarnos y actualizar nuestras habilidades de liderazgo, ya que, si no cambiamos, no podremos dar nuevos y mejores resultados.


(Hunter 2022), nos hace pensar en este cambio de paradigma, él dice. “Si no cambias de dirección, acabarás en el lugar exacto al que te diriges”. Parafraseando el aporte de Hunter, podemos decir que si no nos detenemos y autocriticamos nuestro acostumbrado modo de hacer las cosas y no nos reinventamos en nuestro estilo de liderar ante los nuevos escenarios cambiantes, nos quedaremos que obsoletos y pobres resultados.


Hemos reflexionado que necesitamos una nueva lente o visor para ver nuestro nuevo fondo o realidad, ya que los cambios que cambian comienzan con los que hacen que las cosas sucedan, y para ello es necesario revisar conscientemente nuestro ECRO, o nuestro esquema referencial operativo. En segundo lugar, también necesitamos sumergirnos en nuestra realidad, es decir entrar en contacto con ella, y conocer de forma holística las necesidades más apremiantes y medulares. Cuando el líder Moisés iba a apropiarse de las tierras que Dios le había prometido, él, inteligentemente hizo una comisión investigadora de los lugares, frutos y personas que habitaban el sitio por conquistar, (Números 13:17-20).4 De igual modo (Tzu 2008), nos hace ver la necesidad de considerar cinco factores esenciales para el desarrollo de la naturaleza de aquel que estará al mando. Él dice, que el primero de estos factores la influencia moral; el segundo, el clima; el tercero, el terreno; el mando, y el quinto, la disciplina”. 5

En este ensayo no vamos a discutir ni ahondar sobre los factores que este autor trata, sino que solo para ilustrar sobre la necesidad de una inmersión como método para percatarse de la real necesidad que se intenta hacer frente en el ejercio del liderazgo, para poder así desarrollar un liderazgo emergente.


En tercer y último lugar, los lideres emergente una vez que ya renovaron su visión, y ya se despojaron de sus propias resistencias al cambio, se alistan para entrar en su nueva zona de riesgos y oportunidades y como conocedores de su nueva realidad y consientes acerca de lo verdaderamente urgente y necesario, se hacen un plan estratégico con base a un orden bien delimitado acerca de las prioridades más apremiantes, ya que saben que lo prioritario no es necesariamente una emergencia, pero si una urgencia.

Para concluir entonces cabe decir que la naturaleza de un estilo de liderazgo emergente, consiste en desarrollar un autoconocimiento de si mismo, percatarse de sus limites y fortalezas, de sus resistencias al cambio y actualizarlos para ser competente ante los nuevos retos de su actualidad, por otro lado, se sumerge y observa su mundo de forma más personal y científica, y por último elabora un plan de ataque para hacer real los nuevos resultados.


Referencias

Hunter, James C. «La paradoja.» En Un relato sobre la verdadera esencia del LIDERAZGO, de James C. Hunter, P. 71. México: Editorial Urano, S.A., 2020.

Spencer Jonson, M.D. «¿QUIÉN SE HA LLEVADO MI QUESO?» En Cómo adaptarnos en un mundo en constante Cambio., de M.D. Spencer Jonson, P. 76. España: Uranos,S.A, 2000.

Tzu, Sun. «El arte de la guerra.» En El arte de la guerra, de Sun Tzu, P. 27. México: Tomo, S.A, 2008.

Calatayud Salom, M. A. (2015). El liderazgo emergente de los directores escolares en España: La voz del profesorado. Revista Iberoamericana de Educación, 69, 207–228.

https://bit.ly/3BWAzr1

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